Páginas de la Historia
EL BROWN CAMPEON DE 1967
Por
medio de un informe especial. EL CHUBUT recuerda hoy al equipo de Brown campeón
del Torneo Preparación de 1967, que era dirigido por José Gaspar Pepitoni, y del
cual se cumplen 40 años. Esta será la primera entrega de una serie que saldrá
los domingos, abarcando hechos, historias, anécdotas y páginas doradas del
deporte madrynense, uqe deben ser recordadas. Además, en la hostoria de hoy,
habla el goleador y uno de los referentes de aquel equipo, Mario Ponce.Festejo de Brown campeón de 1967.
Por Gustavo Gómez : (ggomez_deportes@yahoo.com.ar) Para Diario El Chubut
Hay detalles, episodios, momentos, olores, rostros y apellidos que el tiempo no estropea ni olvida, todo lo contrario, realza su dimensión a medida que caen las hojas del almanaque. La temporada de 1967, le permitió al Club Guillermo Brown agregar una página dorada a su extraordinaria historia deportiva, sumando además apellidos a la Biblia sagrada de la institución. Aquel año, el equipo de fútbol ganó invicto el Apertura de la Liga del Valle y poco después repitió honores al ganar el Oficial, dos títulos que iluminan las vitrinas más relucientes de la institución de la avenida Yrigoyen. Ese equipo, dirigido por José Gaspar Pepitoni, estaba compuesto por la nueva camada de jugadores que llegó tras la salida de hombres que ya habían cumplido un ciclo, brillante y glorioso también. El torneo comenzó el domingo 30 de abril, previamente se habían disputado varios amistosos para llegar bien aceitados a los primeros compromisos oficiales. Esa tarde, algo fría y ventosa, Brown derrotó 2 a 1 a Racing con goles marcados por los hermanos Betancur, Félix y Nelson. En la segunda fecha hubo que viajar nuevamente a Trelew. El viaje fue largo ya que las rutas no presentaban su mejor estado, pero resultó sumamente placentero ya que abundaron las rondas de mates y cuentos. La Banda igualó 2 a 2 con Huracán y momentáneamente cedía la punta del certamen, aunque ninguno de sus eventuales rivales por el título lograba sacar diferencias.
EL CLASICO
En la tercera fecha llegaba el partido más esperado, del cual toda la comunidad hablaba la semana previa y los siete días posteriores al juego. En ese momento Brown comenzaba a mostrar postura de candidato, al golear a su vecino por 3 a 0 con goles de Coco Hernández y Mario Ponce (2), un abonado al gol cada vez que jugaba contra el aurinegro. La fiesta fue completa, triunfo sobre Madryn y a la punta nuevamente del campeonato.
LO MEJOR DEL EQUIPO
El torneo era a una solo rueda, quedaban 4 fechas y todos ya mencionaban al equipo de Pepe como potencial candidato al título. Llegó un duro partido contra Germinal (el último como local, fuera del Conti) y los muchachos no perdonaron. A los 4 minutos Néstor Purrayan abría el marcador y media hora después, Daniel Manchot colocaba un inapelable y definitivo 2 a 0. Ya que no quedaban dudas, sería Brown el equipo a vencer en las tres fechas que restaban, pero nadie imaginaba que todavía había mucho para ofrecer. Llegó la goleada sobre Ameghino por 5 a 2 y luego vino el primer partido oficial en el flamante estadio que se había inaugurado el 25 de mayo, con tribuna de cemento, cabina para periodistas y vestuarios subterráneos, un lujo para la época. Fue la tarde del 18 de junio, cuando Brown venció 2 a 0 a Ferro, allí acarició el título y empezó a sentirse campeón. Hernández a los 43 del primer tiempo y Ponce a los 38 del complemento hicieron delirar a los hinchas que acudieron al estadio para ver a su equipo ensayando la vuelta olímpica. Hubo que esperar 7 días para desatar la fiesta. En cada rincón del pueblo se hablaba de estos pibes que estaban a un paso del título. Solo necesitaban igualar con Gaiman para levantar la copa en la fecha que faltaba. Con el empate alcanzaba, pero le hicieron 6 al conjunto del valle, como para que no quedaran dudas del tremendo poderío del equipo de Pepe.
EL PLANTEL
Mario Ponce fue el goleador de aquel formidable equipo campeón. Era un delantero no demasiado habilidoso pero sumamente veloz y efectivo en los duelos cara a cara con los arqueros rivales. Le pegaba con las dos piernas y en las alturas, de cabeza, ganaba como nadie. Néstor Purrayan, y Coco Hernández se entendían de memoria y era una delicia verlos maniobrar juntos para romper defensas. Periquín Díaz era el ejecutante de las pelotas paradas y colocaba las asistencias mágicas para los goles de Ponce. Faustino Díaz, con la 8 en la espalda, tenía un ida y vuelta fenomenal y jamás se quedaba sin fuerzas, pese a correr los 90 minutos, con una entrega y una generosidad pocas veces vista. Nelson Betancur, era el jugador más completo de todos, aunque algo cascarrabias. Daniel Manchot lució siempre la cinta de capitán, como viejo zorro y experimentado hombre que había gastado suela en las canchas locales. Estaba afrontando sus últimos años como jugador, pero le sobraba pasta para sobresalir. Francisco Triburzio defendió el arco, Churrain fue clave en defensa, Aldo Manchot, Julio Gonzalez y Félix Betancur redondeaban la base de un equipo que supo jugar de memoria. Brown fue un justo campeón, ganó 6 partidos y solo empató una vez. Anotó 22 goles y sufrió apenas 6. Fue una máquina bien aceitada, que sabía qué ruta tomar para llegar al destino buscado. Así comenzó ese año inolvidable para Brown, ganando el Apertura, con una abultada cosecha de elogios. Restaba, en la segunda mitad del año, afrontar el Oficial, el torneo más importante por aquellos tiempos. Alguno se animó a dudar del poderío de ese equipo y pensó ingénuamente que resultaría imposible repetir la campaña del Preparación. Pero Ponce, Purrayan, los Manchot, los Betancur y Periquin, con gambetas y goles, siguieron sumando elogios y títulos para abrazarse definitivamente con lo historia más ilustre de la banda.
MARIO PONCE: Un inseparable aliado del gol
Mario
Ponce nació el 21 de octubre de 1944 en Puerto Madryn y debutó con la banda en
el pecho poco antes de cumplir los 17 años de edad. Se retiró joven, pero dio
varias vueltas olímpicas y fue un goleador implacable. Un día Brown le ganó a
Madryn por 9 a 1, y aporto 3 tantos, otra tarde su equipo volvió a golear a su
tradicional rival y Ponce asegura que le marcó 6 goles al aurinegro en solo 90
minutos. Surgió de una camada integrada por Periquin Díaz, Félix Betancur y
varios más. ¿Cómo era como jugador?
«Algo tronco», respondió sin ponerse colorado, «pero muy rápido» agrega con sonrisa pícara. Además metía muchos goles de cabeza y a modo de ejemplo menciona el partido contra Ameghino, donde marcó cuatro tantos, todos con la testa. Ahí dice, «todos los centros, los ponía en mi cabeza, como con la mano, Periquin Díaz, que tenía una pegada extraordinaria». Ponce se casó en marzo de 1968 y al poco tiempo dejó la actividad, obligado por una seria lesión en la rodilla. También jugaba al básquet y ahí se dio el gusto de dar varias vueltas olímpicas más. Pero esa historia merece otro capítulo. Recuerda un detalle muy particular sobre su padre, también llamado Mario, quien fue jugador e hincha fanático de Deportivo Madryn, aunque jamás le reprocho su amor incondicional por los colores rivales. Mario Ponce fue el goleador del equipo que ganó el Apertura del 67. Marcó goles contra Madryn, Ferro, Ameghino y Gaiman. En la última fecha, cuando faltaban 11 minutos para el final y la vuelta olímpica era un hecho, paradójicamente fue expulsado. «Era un árbitro de Bahía Blanca, me hecho por nada» dice al recordar con notable memoria cada detalle. Hizo goles históricos y dio vueltas olímpicas inolvidables, es uno de los jugadores con más títulos en el club, detalles más que suficientes como para quedar en la galería de los eternos.
POSICIONES: Apertura 1967
Equipos Pts Pj Pg Pe Pp Gf Gc Dif
Brown 13 7 6 1 0 22 6 +1 6
Germinal 11 7 5 1 1 21 8 +13
Madryn 8 7 4 0 3 7 13 - 6
TRIBURZIO
Francisco; CHURRAIN Eloy; BETANCUR Nelson; MANCHOT Aldo; PACHECO BETANCUR Felix;
PURRAYAN Néstor; DIAZ Roberto; HERNANDEZ Coco; MANCHOT Daniel; PONCE Mario;
Gomez Hugo; GONZALEZ Julio; MENDEZ Carlos; DIAZ Faustino; SCODELLARO Ricardo.
n
un día como hoy, 25 de junio de 1.967, el club Guillermo Brown escribía otro
eslabón de oro en su historial, ya que a solo exactamente a un mes de la
inauguración de su estadio, hoy reconocido como “Raúl Conti”, experimentaba la
hermosa sensación de dar la primera vuelta olímpica tras golear a Gaiman F. C.
por seis goles a uno.